La Alcubillas están formadas por dos núcleos de población a la orilla de la Rambla que lleva su nombre: Las Alcubillas Bajas que pertenecen al municipio de Alboloduy y las Alcubillas Altas que están compartidas entre los municipios de Gérgal y Alboloduy. El gentilicio de sus habitantes es alcubillero/a.
El origen del topónimo Las Alcubillas se encuentra en la palabra mozárabe «Alcubilla» con raíz árabe «al-qubba» que significa arca de agua, depósito de agua, estanque, pilón, cúpula… Este topónimo árabe es probable que proceda del latín vulgar «cova», femenino de «covus», que significa hueco. Por su significado podemos deducir que en época árabe debió existir en el lugar donde está situado el pueblo uno o más depósitos de agua o estanques, que se utilizarían para el abastecimiento público y para el riego.
Para llegar a estas dos pedanías, tan sólo hay que tomar la autovía A-92 dirección Granada. A 50 km de la capital almeriense. Se encuentra a 675 metros de altitud en la Sierra de los Filabres, por lo que es recomendable abrigarse fuera del periodo estival.
Las Alcubillas Altas
La Rambla de Las Alcubillas es el límite geográfico entre ambos municipios. En la parte alboloduyense, conocidos comúnmente como acelgueros, podremos visitar la fuente y el lavadero, llamada por los lugareños «la cimbra». Y, en la parte gergaleña, nos encontraremos, nada más cruzar el puente de la rambla, la Iglesia de San Sebastián.
Las Alcubillas Altas es un buen lugar donde realizar turismo rural y perderse en sus caminos y senderos. El antiguo Camino Real que unía Almería y Granada, hoy Camino de Fuente Santa esconde vestigios históricos como los surcos de las carretas, las minas, las ventas y la aldea minera de La Gebera, también abandonada. También podemos observar el puente de Hierro sobre la Rambla de Gérgal del ferrocarril Línares-Almería, declarado Bien Inmueble del Patrimonio Industrial y Minero Andaluz. La vía pecuaria nos adentra en el sendero PRA- _____ Vereda de Las Alcubillas que nos conduce a través de un paisaje singular hasta el pueblo de Alboloduy, disfrutando de la balseta natural de agua minero-medicinales conocida como “Balsica Salobre” y restos históricos próximos como un horno, una mina de hierro, cantera de piedra… En todo momento podemos disfrutar del Paraje del Desierto de Tabernas.
La aldea tiene como Patrón a San Sebastián, cuyas fiestas se celebran el 20 de enero y la procesión en su honor es acompañada por la Banda de Música La Mezquita de Alboloduy. En agosto se celebra las fiestas de verano en honor a la Patrona la Virgen del Carmen en la plaza principal del pueblo, cuya característica principal es una fuente circular, que llaman coloquialmente “El Llano”.
Su gastronomía tradicional está basada en la cocina mediterránea y podemos destacar: las migas, los buñuelos, el choto al ajillo, las papas a lo pobre, el arroz con conejo o perdiz, las gachas, el pimentón, los jaleos, la fritá, la pipirrana… manjares que te abren el apetito.
La población que reside en Las Alcubillas durante todo el año es reducida, de 35 a 40 vecinos, aunque los fines de semana y en épocas de vacaciones aumenta considerablemente con vecinos que remanecen de aquí, pero que actualmente viven en Almería, Cataluña y Baleares principalmente. La evolución de la población es negativa, como la de muchas zonas rurales de la provincia de Almería. Según los datos publicados por el INE a 1 de enero de 2019 el número de habitantes en Las Alcubillas Altas era de 31, 1 habitantes más que el en el año 2018. En el grafico siguiente se puede ver cuantos habitantes ha tenido Las Alcubillas Altas a lo largo de los años.
Las Alcubillas han sido a lo largo de sus muchos siglos de historia un lugar de paso, y por tanto, ha estado bien comunicado. Por su territorio pasaba el camino que unía Almería con Guadix conocido como Camino Real que debió ser ya utilizado por los romanos y por los árabes. Todavía hoy podemos apreciar los surcos de los carros y carretas marcados en las zonas de piedra de este camino.
Durante la dominación romana de la Península Ibérica (siglos II a. C. hasta V d. C.) a la que llamaron Hispania y dividieron en provincias, se construyeron las vías romanas o calzadas que facilitaron la comunicación entre pueblos y ciudades, a la vez que la romanización. Con la caída del Imperio Romano los visigodos siguieron utilizando estos caminos (siglos V al VIII) y con la invasión árabe en el año 711, les sucederían en el uso y disfrute de estas obras de ingeniería. Los árabes permanecieron casi ocho siglos (VIII al XV) en la Península Ibérica a la que llamaron Al-Andalus y debido su cultura avanzada conservaron, repararon y perfeccionaron las obras públicas romanas: vías, acueductos, molinos…; además construyeron nuevas obras de ingeniería para el aprovechamiento de recursos hídricos: acequias, albercas (balsas), norias, aljibes… De todas estas construcciones quedan restos arqueológicos en el territorio de Las Alcubillas.
El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía de Pascual Madoz realizado entre 1845-1850 describe el camino de la siguiente forma: «CAMINOS. Hay uno carretero que conduce desde Almeria á Granada, entrando por el E. y térm. de Sta. Fé de Mondujar, en el part. que describimos; se dirige por la rambla de Gergal a la venta de la Dorada que está en la misma rambla, y dejando esta a la der. pasa por la Alcubilla del térm. de Alboloduy, en donde existe otra venta que toma el nombre de la Cortijada; continúa en direccion á O. por el Campillo Hondo de Alboloduy, pasa por una cuesta titulada de la Reina y toca en Doña Maria y la venta del mismo nombre; desde este punto se dirige por el r. de Ocaña y rambla de Abla hasta la venta que dicen de Arroyo, continúa por la rambla de Fiñana, y dejando este pueblo á la izq. sigue hasta la venta llamada Venta Nueva, por cuyo punto entra en el part. jud. de Guadix: su estado es muy malo no solo por la falta de composiciones, sino que tambien porque teniendo que cruzar por las ramblas de Gergal, Abla y Fiñana y r. de Ocaña, se entorpece y dificulta su tránsito en las grandes avenidas. Existe tambien otro camino de herradura que entra en el part. por la parte oriental y por Alhabia, y continúa por Alsodux, Santa Cruz, Alboloduy y Nacimiento, hasta unirse con el carretero en Doña Maria; en los inviernos es muy penoso por tener los pasageros que vadear el rio, mas en verano da gusto andar dicho camino por lo pintoresco y ameno del pais, pues se hallan continuamente alamedas ademas de estar plantados de muchos frutales los campos de uno y otro lado del r. : los demas caminos trasversales que son de herradura, igualmente que el anterior, se hallan todos en malisimo estado, á lo que contribuye mucho lo quebrado del terreno.»
En la historia reciente de Las Alcubillas ha quedado grabada la tragedia ferroviaria ocurrida el 15 de noviembre de 1945. Un tren correo con más de 300 personas arrastrado por una locomotora de vapor con dirección a Almería y un tren de mercancías compuesto por una locomotora de vapor y 16 vagones que iba en sentido ascendente a Gérgal chocaron de frente. Un error humano del factor de circulación, Subjefe de la Estación de Gérgal, que ejercía de Jefe de Estación, fue la causa del accidente. Parece ser que había encargado a otro factor dar la salida al tren correo porque había sido invitado a la matanza de un cerdo. Éste le dio vía libre sin darse cuenta que el tren de mercancías marchaba hacia Gérgal. El choque se produjo en las inmediaciones de Las Alcubillas, en la trinchera Zamora, las dos locomotoras quedaron empotradas y los dos últimos coches se levantaron con el impacto rozando los dos cables eléctricos de la catenaria produciéndose un infierno eléctrico que desató un incendio. Tras el estruendo de la colisión, los habitantes de Las Alcubillas Altas acudieron a socorrer a los heridos, llevándoles mantas, café y aguardiente. Por desgracia, cuando se produjo la descarga eléctrica poco pudieron hacer por ayudar a los infortunados que quedaron atrapados en los dos últimos vagones, resonando en la madrugada sus gritos de socorro. Lo que sí consiguieron, a riesgo de su integridad física, fue desenganchar el coche-correo del resto de la composición, salvando la vida de los funcionarios de correos. Murieron más de 100 personas y el responsable de la salida del tren correo, que no debía haber abandonado su puesto, al producirse el choque se dio a la fuga, y a los pocos días fue encontrado muerto de un disparo que él mismo se dio con una pistola.
En la década de los sesenta y setenta del pasado siglo XX, al igual que en la mayoría de los pueblos andaluces, su población emigró a distintos lugares de España y del extranjero, sobre todo a Cataluña, Baleares y Madrid. Se da la circunstancia que hay un gran colectivo de alcubilleros/as que emigraron a Mallorca buscando trabajo en la rama de la hostelería. Los primeros que se instalaron allí fueron llamando a sus familiares y amigos, y así se ha formado en Mallorca una colonia de alcubilleros/as, que no han perdido sus raíces,
Los alcubilleros y alcubilleras tradicionalmente han vivido de las actividades agrícolas y ganaderas. La agricultura de su pequeña vega, a ambas orillas de la Rambla, ha consistido principalmente en cultivos de olivos, almendros, naranjos, parras de uva de barco, árboles frutales, hortalizas… En los terrenos más áridos o secanos se sembraban cereales, trigo y cebada principalmente, y en la zona conocida como El Campillo se cultivaban viñas para la obtención de vinos. La ganadería ha sido un recurso importante para la economía de sus habitantes, teniendo como actividades principales el pastoreo de cabras y ovejas. También en épocas pasadas han existido explotaciones de vacas y de caballos. Era tal su importancia que el ferrocarril paraba en determinadas ocasiones en Las Alcubillas Bajas para cargar vagones de animales. Otra ocupación de muchos alcubilleros ha sido la de tratante de ganados o marchante con la que se han buscado la vida por su gran habilidad en la compra-venta de ganados.
Por su cercanía a las estaciones de Ferrocarril de Gérgal y de Fuente Santa, sus habitantes también han vivido de los trabajos que proporcionaba la actividad ferroviaria, que muchas veces compaginaban con los trabajos agrícolas y ganaderos. Debido a esta cercanía y contacto, muchos de sus habitantes se han buscado su futuro como trabajadores de la RENFE. Sin embargo, muchos rechazaron la oferta de trabajar para la RENFE debido a que ganaban más en la venta de ganado.
En los últimos años la agricultura se ha producido una reconversión de la agricultura con la construcción de varios invernaderos para el cultivo de productos como tomates, pimientos, judías, calabacines, sandías, melones…) siguiendo el ejemplo de los cultivos bajo plástico de las zonas del poniente y levante almeriense. Sin embargo, la mayor parte de la tierra se cultiva por pequeños propietarios de forma tradicional como complemento a su economía familiar, incorporando elementos de modernización y de ahorro hídrico con el riego por goteo.
La ganadería tradicional de pastoreo de rebaños de cabras y ovejas ha descendido notablemente, pues actualmente sólo quedan dos o tres rebaños de cabras, sin embargo, se ha creado una explotación ganadera intensiva de ganado caprino de gran éxito, cuya propietaria es una mujer joven que se ha convertido en un referente de lo que es creer en su territorio y producir materia prima de gran calidad.
Las Alcubillas Bajas
Una vez hayamos visitado Las Alcubillas Altas, nos adentraremos rambla abajo en busca de Las Alcubillas Bajas, a un kilómetro bajando por el cauce. Se trata de un pueblo abandonado. No se puede buscar señales de información, una carretera pavimentada…, se trata de un camino de tierra que se toma en la margen derecha de la Rambla de Las Alcubillas. A tan sólo un kilómetro de la cimbra ya vemos los primeros cortijos de pizarra derruidos. Y, sólo a unos cuantos metros más, vemos la desoladora imagen de un pueblo olvidado.
Su población fue de alrededor de 150 habitantes. La aldea quedó abandonada a mediados del siglo pasado debido a la dureza del trabajo y la escasez del mismo. Por lo cual, los residentes decidieron emigrar, como en tantos otros pueblos, a Cataluña, Aragón o Baleares…
La construcción en altura le protegía de las avenidas de la rambla. Podemos observar sus construcciones de mampostería y techos de cañas, palos y esparto. En su día fue un núcleo de población muy joven pues disponía de Escuela propia.
Es muy interesante observar cómo se vivía hasta el siglo XX, antes de la llegada del abastecimiento, saneamiento, pavimentación de las calles y acceso a la energía eléctrica. Se convierte en un lugar para perderse un rato y extrapolarse a épocas pasadas.
Aspectos de patrimonio a incluir en el itinerario
El Itinerario discurre por la rambla de Gérgal y Rambla Alhamillo. Hace 8 millones de años, en el periodo del Mioceno, la emersión de la cordillera Bética, cordillera a la que pertenece esta zona, tuvo grandes extensiones de suelo invadidas por el mar, por lo que muchos sedimentos quedaron asentados en los pies de la Sierra de los Filabres. Si paseamos por la rambla Gérgal de Alboloduy observando con atención podemos encontrar, hoy día, arrecifes de corales, gusanos, erizos, conchas y otros fósiles marinos. Además, la rambla está viva y tras fuertes lluvias o avenidas pueden emerger nuevos fósiles que nos dejan maravillados.
Podemos observar como la zona baja de la rambla Gérgal, más extensa y accesible, está cultivada y cuidada. Sin embargo, conforme vamos ascendiendo, la rambla se estrecha con unas paredes cada vez más verticales y con pequeño espacio para el cultivo. Desaparece entonces los cortijos cuidados, la línea eléctrica y empezamos a observar los cultivos de secano casi abandonados.
Llegamos a un punto donde se bifurca la rambla Gérgal que se hace intransitable, indómita y virgen a su derecha y a su izquierda recibe su afluente denominado la rambla del Alhamillo.
La rambla del Alhamillo esconde un nacimiento de agua rico en minerales, un embalse de construcción natural y un pequeño sistema de acequias para conducir el agua a los meandros de la rambla donde se antaño se cultivaba verduras de gran calidad.
Dejamos la rambla cortada por unos grandes desprendimientos para ascender unos 400 metros por un camino de ladera hasta llegar el altiplano denominado “El Campillo” que a través de la vía pecuaria nos llevará a la población de Las Alcubillas Altas.
Además de los paisajes erosivos y de extraordinario valor morfogenético, el entorno presenta un gran número de endemismos de flora y vegetación. También es lugar de paso de aves migratorias del norte de África y hogar de animales lagartos, culebra escalera, culebra bastarda, zorros, ginetas, comadrejas, etc.
La ruta——— Rambla Gérgal-Alhamillo-Alcubillas, es un itinerario de gran riqueza natural, formaciones geológicas cambiantes, ramblas vivas y la conexión natural entre las dos poblaciones del municipio de Alboloduy, Alboloduy y Las Alcubillas Altas, donde podemos disfrutar de su rico patrimonio cultural y etnográfico.